La búsqueda de soluciones a las prácticas fiscalmente agresivas aplicadas por las multinacionales tecnológicas en los últimos años, constituye una prioridad tanto para la UE como para los países de la OCDE. Las posibilidades van desde de la creación de nuevos impuestos como la “tasa Google”, hasta el ensanchamiento del concepto de EP. Sin embargo, actualmente no hay una respuesta coordinada en el ámbito internacional. Será necesario un posicionamiento claro de las Administraciones, que propicie un reparto justo de la tributación, pero también la mayor seguridad jurídica para el desarrollo de las actividades de la economía digital.