El consumo de televisión tradicional se está reduciendo en España, consecuencia de las nuevas tendencias que los usuarios tienen a la hora de consumir los contenidos audiovisuales. Esta caída del consumo se traduce en una importante reducción de la audiencia de las televisiones generalistas, especialmente de las televisiones regionales, mientras que la audiencia de las televisiones de pago sigue una tendencia significativamente creciente. Este cambio en las pautas de consumo de los usuarios de televisión se refleja en el hecho de que en 2017, por primera vez, los ingresos procedentes de la televisión de pago superan a los de la televisión en abierto.