Los fondos europeos, oportunidad en un entorno de alta complejidad

11 de diciembre de 2023

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Ante un escenario marcado por la incertidumbre, los fondos europeos suponen una gran oportunidad para transformar la economía española a partir de la digitalización y la sostenibilidad.

Tras superar la pandemia y afrontar las consecuencias de la guerra de Ucrania, las empresas siguen conviviendo con un entorno complejo. La persistencia de la inflación y la subida de los tipos de interés dificulta la actividad y compromete su capacidad de llevar a cabo nuevas inversiones.

Este escenario desafiante coincide con una oportunidad histórica, los fondos europeos, llamados a ser un eje fundamental para afrontar estos retos. El programa Next Generation EU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia constituyen la punta de lanza de una estrategia para transformar el modelo productivo español a partir de la digitalización y la sostenibilidad. Los desafíos que plantea este contexto se abordaron en el encuentro Perspectivas ante los retos y oportunidades para el tejido empresarial en España, organizado por EXPANSIÓN en colaboración con Ibercaja.

Contexto

En la apertura de la jornada, Cristina Mateo Reyzábal, directora de negocio de banca de empresas de Ibercaja, se refirió a las tres principales barreras que condicionan el momento actual: «La inestabilidad hace que los periodos inflacionistas se alarguen más de lo esperado y endurece el acceso a la financiación, la incertidumbre retrasa las decisiones de inversión y la inquietud afecta tanto a consumidores como a empresarios». A modo de claves para superar estos desafíos, la responsable de Ibercaja abogó por «confianza, colaboración y cordura».

«Estamos en un contexto de mucha complejidad, especialmente en Europa y en la zona euro», reconoció Ricardo Martínez Rico, presidente ejecutivo de Equipo Económico. Tendencias como la transición energética, la digitalización y el envejecimiento de la población afectan a las perspectivas de crecimiento y estabilidad económica. «Además de seguir con tipos más altos de lo habitual durante más tiempo del previsto, un factor de desequilibrio es el elevado endeudamiento público en las grandes economías desarrolladas», añadió. En el caso de España, explicó que «tiene la ventaja de ser una economía volcada hacia el exterior y bien financiada».

Para Gregorio Izquierdo, director del departamento de Economía de la CEOE, «crear un marco más favorable a la empresa es la gran debilidad y el gran reto pendiente de la sociedad española». Dado que las compañías pueden contribuir a la prosperidad de un país a través de la productividad, la inversión y el crecimiento, Izquierdo incidió en que «España no podrá prosperar si sus empresas no lo hacen». Ante estos retos, señaló que la digitalización, la sostenibilidad y los fondos europeos ofrecen una oportunidad única de transformación, aunque pidió un mayor protagonismo del sector privado en la ejecución de los fondos.

En este sentido, Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, coincidió en que «una implementación ambiciosa del Plan de Recuperación es una oportunidad única para revertir algunas tendencias que han venido lastrando la actividad económica española», como la baja inversión en I+D+i. Según el Banco de España, el potencial de crecimiento de la economía española hoy está en el entorno del 1,5%, pero la evolución demográfica hará que descienda al 1% en el año 2030. Gavilán subrayó que «si se hace una selección muy rigurosa de los proyectos que recibirán los fondos europeos y se llevan a cabo reformas estructurales ambiciosas, podríamos doblar esa capacidad de crecimiento hasta el 2% en 2030».

Los expertos se mostraron de acuerdo en que los fondos europeos deben destinarse a aumentar el crecimiento potencial. «Debemos poner el foco en la inversión en I+D+i, que es la gran asignatura pendiente española: el Plan de Recuperación sólo será exitoso si conseguimos cerrar la brecha con el resto de Europa», dijo Francisco Vidal, director de Economía de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa. Esto permitiría crear nuevos productos, ganar en eficiencia e impulsar la productividad. No obstante, Cepyme advierte que el 70% de las pymes cree que los fondos europeos no tendrán un gran impacto.

Pese a que los objetivos estratégicos son acertados, «a la hora de hacer un análisis coste-beneficio, muchas pymes no terminan de ver claro que les salga a cuenta», lamentó Andrés Pereda, director de desarrollo corporativo de la Cámara de Comercio de España. Una de las excepciones es el kit digital, que trata de limitar la carga administrativa asociada y arroja cifras positivas: «Ya hay 300.000 empresas que han pasado por ese programa, con más de 1.300 millones de euros concedidos».

En síntesis, «estamos en un momento de evolución y transformación del modelo económico: más sostenible, colaborativo y tecnológico», comentó Teresa Ruiz Costal, responsable de fondos europeos y sostenibilidad de banca de empresas de Ibercaja. Sin embargo, la gestión de los fondos europeos resulta altamente compleja, en la medida que cuadruplica el marco financiero plurianual 2021-2027. Ruiz Costal resaltó que «es importante analizar el modelo de funcionamiento porque esto requiere un modelo colaborativo al que España no está acostumbrada».

Por último, la sostenibilidad es un elemento estrechamente ligado al programa Next Generation, con alrededor de un 40% de los fondos destinados a la transición energética. Así lo indicó Germán Granda, director general de Forética, que concluyó que «los Perte dan un impulso en el ámbito del clima y son un indicador de la hoja de ruta tanto de la regulación como de las grandes empresas en este ámbito».

Fuente: Expansión

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